
De Antoine de Saint-Exupéry aprendimos que lo esencial es invisible a los ojos. Ese camino de búsqueda de la parte esencial de la realidad, pero invisible a la mirada, pero sensible al oído, fue el que inició hace ya más de tres décadas el compositor y ecólogo José Luis Carles del que podemos descubrir su pieza ‘El ciclo diario’ (1988), dentro del Paisaje Sonoro de la Fundación Díaz Caneja de Palencia hasta el próximo 17 de septiembre.
Un banco blanco bajo un altavoz sirve para abrir las puertas sensoriales al ambiente sonoro de la ciudad de Valencia a finales del siglo XIX siguiendo el texto del escritor costumbrista Vicente Boix con la Torre del Micalet como eje sobre el que gira el ciclo de la vida.

Si la propuesta habitual es peregrinar cuadro en cuadro en las exposiciones. Parar, mirar, fotografías (con o sin permiso) y pasar a la siguiente obra de una manera más o menos rápida. La propuesta de este ‘Paisaje Sonoro’ pide otro ritmo marcado por la obra y no por el espectador. Sentarse a oír, hasta traspasar la frontera y empezar a escuchar activamente. Es una invitación a sumergirse en la atmósfera de la ciudad mediterránea de hace más de un siglo.
La antropología sonora de Carles trasciende la propia escucha de la obra, abriendo puertas sensoriales y permeando hacia la realidad cotidiana. Comenzamos a habitar en paisajes sonoros, a escuchar el entorno y a tener una nueva relación con el tiempo y el territorio.
Fundación Díaz-Caneja (Palencia). José Luis Carles – “El ciclo diario”. PAISAJE SONORO. 20 julio – 17 septiembre de 2023.