
Y fue a esa edad… Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.
Neruda.
Con motivo de las Jornadas de Poesía Expandida tuvimos el placer de contar en el programa Especies de Espacios con la presencia de muchos profesionales de la poesía. Entre los invitados se encontraba Celine Pegorari, profesora titular en el Departamento de Filología hispánica en la Universidad Paul Valéry de Montpellier y especialista en poesía contemporánea. Además, Celine se doctoró con una tesis sobre la voz poética en la obra del poeta modernista y ultraísta Rafael Lasso de la Vega. Actualmente y tras sus investigaciones ha centrado su atención en la poesía comprometida, sobretodo en las creaciones de Ángel Petisme y movimientos como el 15M. Hay muchas maneras de interpretar la poesía y el idioma puede ser una condición.
Desde tu experiencia con la poesía, ¿qué evolución ha experimentado a lo largo de los años y qué nuevas formas de expresarla has visto? ¿Cómo es esa evolución?
Más que experiencia con la poesía, porque yo no soy artista a diferencia de otros entrevistados. Como estudiosa de la poesía a mi me parece que, al fin y al cabo tampoco hay evolución, sino que la poesía actual se alimenta de raíces anteriores y sobretodo de esta dualidad entre romanticismo y vanguardia que destaca Dionisio Cañas.
¿Y la evolución en cuanto a formatos?
Lo mismo pasa con los formatos. Efectivamente, ahora hay nuevas tecnologías como el vídeo, medios tecnológicos nuevos pero, al fin y al cabo esta búsqueda y este diálogo entre distintas artes y entre palabra e imagen ya se daba en las vanguardias. Lo único es que los avances tecnológicos permiten más posibilidades pero el planteamiento me parece que sigue siendo el mismo. La poesía visual tiene mucho que ver con movimientos anteriores incluso a las vanguardias y a los caligramas de la Grecia antigua. Más que evoluciones siempre es un volver a empezar.
¿Qué elementos entran en juego a la hora de entender una Videopoesía o poesía visual?
Celine: En cuanto a la Videopoesía entran en juego varios elementos; la palabra no deja de ser central, la dimensión sonora también juega un papel importante. La Videopoesía, al juntar imagen, sonido y palabra, en realidad vuelve un poco al origen de la palabra escrita que es su dimensión visual pero que no deja de ser poesía leída y añade esta dimensión sonora.
Dionisio: La poesía visual ha existido siempre. En el mundo greco-romano ya existían figuras con palabras que se definen en este tipo de poesía. En el Barroco español también hay una tradición de poemas visuales, se hacían formas con las palabras pero ha ido evolucionando a formas más conceptuales como Esther Ferrer por ejemplo, que hace poemas con muy pocas palabras. Lo que añade el vídeopoema es la posibilidad de que esas formas o centralidad de juegos tipográficos cuenten con elementos como el sonido o la música. La poesía visual es la raíz que luego se expande hacia el videopoema enriqueciéndolo.
Celine: Entre los distintos componentes se crea una tensión que igual no existía en los caligramas del origen. La imagen no deja de ser una ilustración de lo que decía la palabra, sin embargo, pensando precisamente en los videopoemas de Dionisio Cañas; la imagen y el sonido sirven para mostrar una tensión y significado con la palabra. No viene a ilustrar lo que dice la palabra, sino que crea una tensión poética según los preceptos vanguardistas.
Se trata de un proceso en el que no solo participa el poeta, entiendo que es un trabajo en equipo. ¿Qué roles entran en juego?
Celine: Sobretodo los receptores, son componentes que de buenas a primeras entran en tensión. En este momento el receptor tiene un papel fundamental para intentar crear vínculos entre los distintos componentes. Me parece que la colaboración no se hace solo entre el poeta y los distintos artistas que colaboran en una obra, sino entre el artista y el receptor que pasa a ser un nuevo creador.
Dionisio: El videopoema te incita más a participar en el proceso creativo, empiezas a interpretar en el mismo momento en que estás viendo las imágenes poéticas. Esa interacción la puedes incluir en el videopoema. El libro tiene algo de solitario y el videopoema tiene un sentido más solidario o más interactivo.
Una pregunta más personal, Celine ¿de dónde viene ese interés por la poesía?
Lo mío era estudiar la lengua española y lo que me fascinó es el juego con la lengua que permite la poesía. Además no tenía tanta sensibilidad por la poesía francesa porque como mi lengua materna es el francés no le encontraba la gracia. Pero al estudiar español parece como la construcción de otro mundo. La poesía ofrecía más posibilidades de las que me parecía. Otra cosa que me fascinó fue llegar a España de erasmus y ver la importancia que tenía la poesía en este país; en el mundo universitario, en revistas universitarias. Esto en Francia es inconcebible. Incluso en las manifestaciones como el 15M, el ver lemas o trozos de poemas me parece increíble. Para mi el amor por la poesía no se disocia de la lengua española.
Texto de Lola Izquierdo Suay y fotografía de Sergio Rubio