
La mañana del concierto, Melody Gardot se levantó con uno de esos inoportunos resfriados veraniegos que estuvo a punto de suspender el concierto previsto para la noche en La Mar de Músicas de Cartagena. Última noche en España, antes de que la gira de presentación de ‘Entre eux deux’ continúe por Francia, regrese a Estados Unidos y vuelva a Europa con una treintena más de fechas hasta concluir a finales de noviembre en el Palau de la Música de Barcelona. Las casualidades quisieron que las limitaciones vocales regalasen momentos únicos al concierto cartagenero.
Si en 2010 debutó en La Mar de Músicas vestida de rojo y en 2015 sorprendió con un turbante que cubría su cabeza, la de New Jersey deslumbró en el Auditorio Paco Martín luciendo melena rubia, gafas de sol, ajustado traje chaqueta negra, tacones imposibles y una taza de té en las manos. Bastaría esa voz susurrante entre sorbos de té para entender las razones por las que está considerada una de las grandes divas del jazz.
Texto de José An. Montero / Fotografías de María Ramos para Más Jazz Digital
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