Educación Infantil: “La leyenda de la flor de Cempasúchil”

Imagen Wikipedia

Actividad perteneciente al escenario de aprendizaje de Educación Infantil: “Día de Los Muertos” (ver completo), realizado por Clara Huete Gallardo, Celia Olivares Cobo, Begoña González Vidal, Miriam Moreno Medina y Alba María Latre Gómez

DÍA: JUEVES

SENTIDO QUE TRABAJAMOS: OÍDO Y OLFATO

OBJETIVOS:

  • Trabajar la motricidad fina.
  • Conocer un elemento decorativo típico de la fiesta mexicana.
  • Mantener la atención y escucha activa sobre la leyenda.
  • Experimentar el olor de las flores de cempasúchil.

TEMPORALIZACIÓN: Esta actividad tendrá duración de una hora y se realizará a las 11:00 horas, al volver del patio.

DESCRIPCIÓN: En esta actividad trabajaremos la flor de Cempasúchil y la dividiremos en dos sesiones.

En la primera parte de la sesión, nos sentaremos en círculo en el suelo con los alumnos y alumnas y pediremos mucha atención para contarles la leyenda de la flor de Cempasúchil.

“Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo existieron un par de niños que se conocieron desde su nacimiento, la niña se llamaba Xóchitl y el niño Huitzilin.

Ambos compartieron infancia, crecieron juntos y al final su amistad se convirtió en un dulce y tierno amor juvenil. Tanto era su cariño que un día decidieron subir a lo alto de una colina en donde el sol deslumbraba con particular fuerza, pues se sabía que allí moraba el Dios del sol.

Hicieron todo ese largo camino sólo para pedirle a Tonatiuh que les diera su bendición y cuidado para poder seguir amándose. El Dios del sol al verlos tan enamorados, bendijo su amor y aprobó su unión.

Desafortunadamente la tragedia llegó a ellos de forma inesperada cuando Huitzilin fue llamado a participar en una batalla para defender a su pueblo, y fue así como se separaron para que él marchara a la guerra.

Después de algún tiempo, Xóchitl se enteró que su amado había fallecido en el campo de batalla. Su dolor fue tan grande que rogó con todas sus fuerzas a Tonatiuh que le permitiera unirse a él en la eternidad. Este, al verla tan afligida, decidió convertirla en una hermosa flor, así que lanzó un rayo dorado sobre ella, y en efecto, creció de la tierra un bello y tierno botón, sin embargo, este permaneció cerrado durante mucho tiempo.

Un buen día un colibrí atraído por el aroma inconfundible de esta flor llegó hasta ella y se posó sobre sus hojas. Inmediatamente, la flor se abrió y mostró su hermoso color amarillo, radiante como el sol mismo, era la flor de cempasuchil, la flor de veinte pétalos, que había reconocido a su amado Huitzilin, el cual había tomado forma de colibrí para poder visitarla.

Así, la leyenda dice que mientras exista la flor de cempasúchil y haya colibríes en los campos, el amor de Huitzilin y Xóchitl perdurará por siempre.

En el día de muertos, se cree el aroma de la flor de cempasúchil guía a las almas de los difuntos en el camino hacia la ofrenda que les espera en el mundo de los vivos.

Esta es una clara referencia a que el aroma de esta flor guía con amor a las personas que se fueron, y que esperamos regresen a visitarnos año con año, y así reencontrarnos con nuestros seres queridos, tal como lo hicieron Xóchitl y Huitzilin.”

La segunda parte de la sesión, la dedicaremos a realizar un taller de coronas de flores de Cempasúchil. Para ello, distribuiremos en las mesas a los niños y niñas y les repartiremos los materiales necesarios (una hoja de seda naranja y una tira de cartulina de unos 4 centímetros de ancho. Antes de empezar el taller, enseñaremos un ejemplo de la flor de Cempasúchil para que los niños y niñas visualicen lo que van a hacer.

Como es un trabajo un poco laborioso, precisarán de la ayuda de la maestra para realizarlo. Pediremos que sigan las instrucciones de la docente y se pondrán a realizar la aflor, arrugándola libremente, rompiendo las esquinitas del papel, etc.

Después, con ayuda de la maestra, pegarán las flores en la diadema de cartulina y la profesora se encargará de cogerles la medida de la cabeza a cada niño y niña. Se ajustará con celo la medida deseada.

Antes de terminar, perfumaremos nuestras flores de papel para dejar un olor característico como tienen las flores de Cempasúchil originales.

RECURSOS MATERIALES:

  • Papel de seda (a ser posible de color naranja, aunque también se podría hacer con papel de periódico).
  • Tiras de cartulina para hacer la diadema.
  • Grapas, pegamento o cuerda para fijar las flores de papel.
  • Colonia o derivado para perfumar la flor.

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