
Mi trabajo surge de la idea de hacer una especie de útil con lo inútil, materializar las esperas dando forma a los “tiempos muertos”. El acto de tejer tiene ese carácter de volver tangible el tiempo empleado en dicha acción, cada minuto amplía el entramado, por ese motivo aprovecho la duración de todos los viajes que realizo en tren a lo largo del día, día tras día, o de las esperas que se generan en el cambio de uno a otro para realizar mis piezas.
Guardo estrecha relación con la naturaleza y me inspiro en el ciclo de la metamorfosis de los gusanos de seda, para mí su proceso es una metáfora del viaje, de las experiencias que vivimos, como si la travesía en tren fuera un símil del viaje de la vida, de todas las transformaciones que sufrimos al paso por cada instante vivido. Otra constante en todos mis proyectos son el tiempo y la velocidad, reflexiono acerca del transcurso de cada trayecto, un continuo ir y venir que hace de lo transitorio algo habitable.

158.3 son los kilómetros que separan las ciudades de Valencia y Cuenca por la vía férrea de servicio regional, además, es el título con el que doy nombre a esta obra, una instalación escultórica hecha a ganchillo que parte de mi experiencia propia con el fin de fusionar mi vida laboral como maquinista de tren, con una de mis pasiones, el arte. Una estructura tejida con hilo que yo misma he producido, pero en vez de ser de seda a partir de las hojas de morera es de plástico extraído al recortar bolsas de este mismo material, material que le aporta al acabado final el color, el brillo y la flexibilidad que buscaba, con la forma de un agujero de gusano, una garganta que es símbolo de la unión de dos extremos como lo son el No-Lugar, espacio sin identidad como definía Marc Augé y el Lugar/hogar, dos extremos que a la vez son palimpsestos y donde, para mí, el primero se ha convertido en el segundo.

La exposicón colectiva ‘Malva e Intimidad’ se celebró en la Sala Princesa Zaida del Museo de Cuenca entre los días 15 de julio y 30 de agosto de 2022. Texto de Paula Espliego y fotografías de María Ramos para La Circular.