Sergio Vera: “Yo quería hacer una novela que permitiera muchos niveles de lectura, que gustase a los niños y no tan niños”

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Esta entrevista fue realizada por Irina Romero y María Parejo en el programa número 51 de Radio Diferencia.

Con tan solo 32 años, Sergio Vera Valencia posee un doctorado de Comprensión Lectora por la Universidad de Castilla La Mancha y es graduado en Magisterio de Lenguas Extranjeras y Psicopedagogía. Lleva ocho años como presidente del club de lectura de novela negra “las Casas Ahorcadas”, y a su vez es el director y coordinador del festival de novela negra de Cuenca que este año va a alcanzar su octava entrega.

Esta vez ha decidido trasladar su pasión por el género negro a la escritura, en concreto, a la literatura infantil, con el fin de fomentar la lectura entre los más pequeños. Sin embargo, su primera novela “Quién pilló al Bobo Feroz” no es lo que aparenta, pues sus continuas referencias a la sociedad actual y sus dobles sentidos la convierten en una lectura muy disfrutable para el público adulto. Conocemos más a fondo su trabajo en la Facultad de Comunicación de Cuenca, donde presentó su libro en el programa Radio Diferencia.

María: ¿Cuánto tiempo has invertido para sacar adelante este proyecto?

Sergio: La versión inicial de esta novela nació cuando en 2013 escribí un pequeño relato para trabajar la comprensión lectora en Aldeas Infantiles. Después en 2015 lo amplié hasta tener más o menos la extensión actual, y me he pasado estos 4 años dándole mil vueltas hasta que se publicó la semana pasada.

Irina: Los que te conocemos sabemos que te apasiona la novela negra y, sobre todo, la lectura. ¿Por qué has decidido dar el paso hacia la escritura?

Sergio: Creo que a todos los que nos gusta mucho leer soñamos con escribir y que, de alguna forma, la gente lo lea con el mismo gusto con el que lee a sus autores favoritos. Eso es lo que verdaderamente me motivó para escribir, y ahora solo queda saber si a quien lo lea verdaderamente le gusta.

María: A lo largo de la novela podemos encontrar numerosos dobles sentidos muy concretos. Entonces, ¿por qué enmarcarla dentro de la literatura infantil?

Sergio: Mi idea no era hacer una novela infantil, sino una novela que pudiera ser disfrutada por todos, al igual que las películas de animación. Así, los padres se lo pasan bien y los niños también, aunque haya cosas que no entiendan. Ese es un poco el modelo, que se pueda leer de forma conjunta en los centros educativos y los profesores ayuden a los alumnos a comprender mejor los distintos guiños, mientras ellos también se entretienen con la lectura. Además, también pretendía fomentar la lectura entre los chavales, y al no encontrar ninguna novela negra de este tipo, me animé a escribirla.

Irina: ¿Cuál ha sido tu principal inspiración a la hora de escribir tu libro?

Sergio: Bueno, han sido varias. Uno de los puntos de partida era el señor Lobo de Pulp Fiction, de ahí el nombre de mi protagonista Quentin Pulp. Otro ha sido la película Shrek, porque quería llevar al señor Lobo al mundo de los cuentos desde un sentido irónico y desmitificador. También he tomado referencia de una novela titulada “El último anillo” de Kirill Eskov, que propone contar la historia del Señor de los Anillos desde el punto de vista de los orcos… Hay muchas influencias, pero las principales son esas.

María: ¿Desde un primer momento elegiste Cuenca como el escenario para tu novela, o tenías otros lugares en mente?

Sergio: Cuando presenté ese primer relato en Aldeas Infantiles, fueron los propios niños los que me dieron la idea, porque al llamar Cuentown a la ciudad me dijeron que si era por Cuenca. Desde ese momento me replanteé mi propio libro y comencé a elegir puntos estratégicos y simbología de la ciudad. Por ejemplo, en la novela aparece Carretería, el pueblo de Valdecabras, el puente del Desenlace es el puente de San Antón, o los ríos Colorín y Colorado son el Huécar y el Júcar.

Irina: ¿Va a haber segundas partes?

Sergio: Absolutamente. Yo soy extremadamente planificador, y lo primero que hice además de dar una biografía y profundidad a los personajes, fue agrupar los cuentos clásicos por bloques temáticos. Entonces, esta es la novela de los lobos, la segunda va a ser de las brujas y las princesas, tengo otra de las mil y una noches… En resumen, tengo ideas para cinco o siete novelas más, dependiendo de lo que guste mi trabajo.

María: Es obvio que en tu nueva faceta como escritor se ha colado tu formación profesional…

Sergio: No puedo evitarlo, quiero decir, también se ha colado la parte en la que tengo un doctorado en comprensión lectora, además de que estoy preparando talleres de animación a la lectura para trabajar la comprensión lectora como detective de cuentos. Al final, se mezcla todo un poco en la faceta de animación a la lectura, de la novela negra…

Irina: Dejando tu libro aparte, ¿qué novedades tenéis este curso en el club de lectura “las Casas Ahorcadas”?

Sergio: Tenemos un ciclo de lecturas de países específicos, este año es Francia y lo llamamos Negro Polar porque allí se llama polar a la novela negra, entrevistaremos a dos autores franceses contemporáneos, uno en marzo y otro en mayo. Para mí la gran novedad es el plan “Con sangre entra”, que son actividades disponibles para todos los centros interesados y destinadas a todos los ciclos formativos. Estas actividades se centrarían en leer libros de género negro, culminando en el festival que se organizarían encuentros entre los lectores y los autores. Por último, pero no menos importante, tenemos el premio nacional masfarné “Con sangre entra” al mejor proyecto de animación a la lectura de género negro en centros educativos, con una dotación de 750€ al centro ganador.

María: Centrándonos de nuevo en tu libro, ¿dirías que encuentras cierta relación o parecido entre tu personaje principal y tú?

Sergio: Técnicamente, somos padre e hijo. Pero sí, creo que tiene mucho de mí. La gente que me conoce dice que leerse el libro es como escucharme en su cabeza. A mí me encantan los dobles sentidos, y la novela está plagada de ellos. Luego también tiene muchos momentos de vivencias personales. Al igual que Quentin Pulp en este libro, yo me defino como un cordero con piel de lobo feroz.

Irina: Entonces, seguramente también habrá personajes en tu libro inspirados en gente cercana a ti, ¿no?

Sergio: Hay desde personajes que son guiños a autores amigos, por ejemplo, Antonio Santos, autor de aquí de Cuenca, se ha convertido en Ratantino Santos. Tengo una amiga que se llama Prados de apellido y me inspiré para darle el nombre a Heidi, Heidi Prados. Así que sí, calco la personalidad de mis amigos en mis personajes para darles mayor profundidad a mis personajes. Así nació uno de mis personajes favoritos que está basado en mi abuela, y en la novela recibe el nombre de Abuelota Malota, porque es muy entrañable pero te puede cantar las cuarenta.

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