Primera eternidad: La muerte no espera. Paula Carbonell en BITA 2018

Por

“Si vas alà que no aniràs, pèro si anares
Si veus aquell que no el voràs, pero si el veres
Però si el veres, dis li que no m’espere”
Si vas allá que no irás, pero si fueres
Se ves allá, que no lo verás, pero si lo vieres
Pero si lo vieres, dile que no me espere.

Llena la sala con su persona, una silla y una pequeña mesa. Así, entre el poema y relato se encuentra Paula Carbonell. En la deriva de la ficción nos presenta realidades cotidianas. Les añade toques de humor, les da efectos poéticos.

La improvisación hace sus efectos y añade a historias ajenas tintes humanos, como si fuera una ventríloca o una titiritera. Nos habla desde las pérdidas de su vida y las de sus personajes. Reflexiona humanamente. Interactúa con el público, se acerca a nosotros físicamente.

Así, como decía Guy de Maupassant que “se moría de amor como se mueren los tísicos”. La muerte acompaña estas historias de amor y desamor, discípulos filosóficos, la propia juventud de quien cuenta los relatos, esos personajes que se arrepienten de quiénes son cuando la vida los trata mal, o personajes que intentan reconciliarse con el mal trago de la vida a través de otros.

La muerte no espera. Pero es la misma para todos, al final. Sean cuales sean nuestras historias.

Texto de Inés Villodre y Fotografías de Silvia Córcoles

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