
La última cita de este día festivo de Todos los Santos, que tanta actividad musical ha traído a la ciudad de Cuenca, estaba en la Catedral de Cuenca, bajo el arco de Jamete, con la Sinfonía 4 de Mahler y la Filarmónica de la Mancha (OFMAN). Si ayer fue el turno del excelso concierto de La Grande Chapelle que nos hizo retroceder a principios del XVI, en esta ocasión el viaje propuesto era a los albores del siglo XX, en el que la Humanidad estaba a punto de entrar en ese corto siglo, como lo llamó Hobsbawm, en el que el ser humano alcanzó la capacidad de destruirse por completo y en el que Mahler entra con la mirada inocente de un niño, cantando la canción infantil Esta tanzt ein Bi-Ba-Butzemann, titubeando, jugando, probando, con cierta dosis de caos y confusión ante el siglo que se avecina.
Aunque sea una breve nota, merece la pena reseñar la interpretación del tercer movimiento, que a pesar de no contar con una orquesta sinfónica que lo respalde, en la que lograron transmitir toda la belleza y confusión, pesimismo y optimismo, alegría y tensión, folklore y solemnidad, luces y sombras, de una de las piezas que parecen capaces de contener en sí misma la esencia del ser humano.
Segunda visita de la Filarmónica de la Mancha a la Catedral de Cuenca. El 1 de octubre de 2022 realizaron un programa basado en ‘Al Santo Sepolcro’ de Vivaldi, una pieza de Telemann y el Stabat Mater de Telemann, también bajo la dirección de Francisco-Antonio Moya, pero con la soprano Alicia Hervás, la mezzo Beatriz Lanza y la colaboración de Josep María Saperas, en la Flauta de Pico.
Ficha Técnica: Gustav Mahler. Sinfonía nº 4. 1 de diciembre de 2023. 20:30 horas. Catedral de Cuenca. Orquesta Filarmónica de La Mancha (OFMAN). Ana Puche, Soprano. Francisco-Antonio Moya, director.