Transitando por La Strada felliniana

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Siempre se puede decir que está mejor la película que la obra teatral. Rotundamente cierto. Fellini es uno de esos grandes genios del siglo veinte con el que nadie en su sano ego osaría compararse.

Sin embargo, la propuesta de Mario Gas es absolutamente necesaria y vital, aunque seamos conscientes desde un primer momento que el esfuerzo sólo recogerá una mínima parte de los matices de la versión cinematográfica. Una mirada necesaria que nos anima a visitar de nuevo al maestro, aunque sólo sea para poder opinar.

En tiempos tan poco dados a la poesía, una visión como la de Fellini, aunque sea mediada, siempre es necesaria.

Dicho lo cual, hablemos de lo acontecido sobre las tablas y no sobre el celuloide. Tres personajes, muchas sombras y un motocarro ambulante sobre el escenario nos invitan a un viaje circular, sin principio ni final, donde los personajes carecen de esperanza y se saben atados a las cadenas de su estómago. Podríamos creer que habla de tiempos pasados, pero basta recorrer cualquier ciudad moderna para descubrir cuántas gentes siguen habitando nuestras calles sin más esperanza que tirar adelante un día más. No anda tan desenfocada la Gelsomina interpretada por Verónica Echegui, caminando entre la locura y la ignorancia, sufriendo el engaño y los abusos de todo aquel que se cruza en su vida.

 Zampanó (Alfonso Lara), verdugo y reo al mismo tiempo, brutalmente rutinario con Gelsomina y consigo mismo, condenado a soñar únicamente con crear un número nuevo, contrasta con la poética felliniana que, como gotas de perfume exquisito, conservan algunos de los monólogos de Verónica Echegui. El diálogo con las palomas enjauladas es capaz de demoler nuestras almas hasta los cimientos más profundos, consiguiendo que nos escuchemos a nosotros mismos. No sé si es mérito de Mario Gas o de ese resquicio de poesía que nos queda bajo la piel de elefante. Porque en estos tiempos, no es tan fácil olvidarse de todo y seguir mirando al mar.

Quizá al público sevillano se le hayan hecho excesivas cuatro funciones en el Teatro Lope de Vega o es posible que el domingo por la tarde que no anime mucho al teatro, pero la obra merecía más concurrencia. Media entrada que aportó complicidad y que sirvió para que el elenco dedicase un gesto a todos y cada uno de los asistentes.

“La Strada” de Federico Fellini en versión adaptada al teatro por Gerard Vázquez, dirigida por Mario Gas e interpretada por Verónica Echegui, Fernando Cayo y Alberto Iglesias, pudo verse en el Teatro Lope de Vega de Sevilla entre los días 21 al 24 de marzo de 2019.

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Transitando por La Strada felliniana – José An. Montero 22/05/2019 - 6:11 AM

[…] entrada se publicó originalmente en Espacies el 24 de marzo de […]

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