
Ignacio García ha otorgado el premio a Carlos Hipólito por su trayectoria como actor y “como ejemplo de los valores del Siglo de Oro”. Han asistido el ministro de Cultura José Guirao, el presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real José Manuel Caballero Serrano, el consejero de Educación, Cultura y Deporte de Castilla-La Mancha Ángel Felpeto y el alcalde de Almagro Daniel Reina. Al igual que sus amigos Carmé Conesa, Arturo Querejata, Julio Bravo.
Hipólito ha expresado lo orgulloso que le hace sentir este premio y el extraordinario privilegio que supone. En primer lugar, ha agradecido a Ignacio García por haber pensado en él y admite que lo primero que pensó fue: ¿Por qué a mí?, puesto que llevaba 14 años sin hacer teatro, y lo que respondió Ignacio le conmovió: “Es que lo que hiciste fue hace mucho, pero dejó huella”. Le pareció una de las cosas más bonitas que le puedes decir a un actor porque “el teatro solo permanece en la memoria de quien lo ha visto”.
Este premio tiene especial relevancia para él, debido a que en septiembre cumple 40 años de trayectoria profesional. Para celebrar este premio no hay mejor lugar que el Corral de Comedias, “un lugar especial y mágico”, donde Carlos recuerda con gran emoción la primera vez que pisó este escenario en 1979, con un pequeño papel en La dama boba. “Quién me iba a decir a mí que después de tantos años volvería a estar aquí por algo como esto”, declara.
La Compañía Nacional del Teatro supuso para él un despegue profesional importante, sobre todo por los tres directores con los que trabajó, Miguel Narros, Pilar Miró y Adolfo Marsillach, quienes están en el “olimpo del teatro”. Carlos recuerda con nostalgia aquella época porque que les debe mucho por apostar por él y asegura que estarán presentes toda su vida.
También ha agradecido a todos los compañeros con los que ha trabajado porque ha aprendido mucho de ellos. Por último, ha querido compartir este premio con sus dos familias, “la heredada y la creada”. La primera son sus padres, quienes le enseñaron el amor por el teatro y, lo que más agradece, a ponerse en el lugar del otro. Y la segunda son su mujer y su hija, quienes son los dos pilares y las dos razones por la que cada día puede subirse a un escenario.
En las intervenciones de sus amigos, Carmé Conesa ha expresado su cariño y admiración hacia él y le describe como “un ejemplo de valentía” entre los actores. Arturo Querejata destaca su camaleónica carrera al haber trabajado en géneros de tragedia, comedia, drama y en formatos diferentes como en series de televisión, teatro y cine. “Solo le falta coger unas pelotas y dedicarse a hacer malabares para ser artista de circo”, según Arturo. Cuenta que Carlos siempre ha destacado por su magnetismo y por saber interpretar con sentido del tiempo, eficacia, medida y pasión. También expone que lo considera como un hermano y es “uno de los grandes de la interpretación del país” porque consigue convencer al espectador de que lo que hace y dice el personaje no es ficción, sino la realidad.
A su vez, Julio Bravo ha resaltado su calidad como actor y, especialmente, como buena persona. Desde la objetividad periodística admite que es “un actor en mayúsculas” y que tiene tantos méritos que no puede enumerarlos, entre ellos están Así que pasen cinco años, Billie Eliot, Sonrisas y lágrimas, serie de Vis a Vis, Cuéntame, etc. Explica que Carlos ha conseguido conmoverlo más de una vez, lo que para él es la función principal de los actores.
Entre las intervenciones de las autoridades destaca la del ministro de Cultura José Guirao, quien ha felicitado a Carlos Hipólito por su extensa trayectoria, que está unida a los escenarios de Almagro. Describe Almagro como un “corazón palpitante que llena de vida los textos clásicos”. Resalta el valor de la Compañía Nacional de Teatro y del festival, dado que “aquí se reúne la sabiduría del Siglo de Oro y la belleza de los lugares que nos transportan a aquella época”. Además, ha agradecido el compromiso con este festival, que es el centro de creación teatral de los siglos XVI y XVII del mundo hispano.
El presidente de la diputación provincial de Ciudad Real José Manuel Caballero Serrano desea que el Corral de Comedias de Almagro, ciudad del teatro, tenga su “merecido reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad” como seña de identidad de nuestra tierra, centro del teatro clásico de España y encuentro de artistas y autores.
En su intervención, el concejal de Educación, Cultura y Deporte Ángel Felpeto ha defendido que la educación debe abrir sus espacios, para que la música, arte y danza estén presentes. “Almagro es el mejor ejemplo de lo que queremos que sea la actividad cultural”, puesto que este festival es patrimonio de todos los españoles. Por ello, como parte de su plan estratégico de cultura, trabaja para que una de las escuelas superiores de arte de Castilla-La Mancha “imparta estudios de arte dramático”.
Por último, el alcalde de Almagro Daniel Reina ha agradecido al concejal de Cultura y a Ignacio García, por conseguir levantar ilusiones, y a Carlos por aceptar el premio. Ha destacado a la autora Amarilis, “mujer, americana y poeta, tres rasgos que identifican esta edición” y al pueblo de Almagro por hacer posible el evento “más importante de nuestro calendario civil”.
Texto y fotos de Lucía Torres para #espacies