
About energy es la muestra presentada por Antonio Serrano García en la Sala de la Escalera. En ella se “aborda el tema de los flujos de energía y de información desde la experimentación pictórica”. Con una mezcla de soportes que abarcan desde el gran formato hasta el uso de ventanas, un espacio como este nos deja tiempo de reflexión sobre lo que vemos, pero también nos permite vernos, en tercera persona, como consumidores de información y como parte de la nueva sociedad, que cada vez deja menos tiempo a reflexionar y más a dejarse llevar entre el flujo informativo. Esta exposición de corta duración se podrá disfrutar hasta el día 29 de marzo, en la Facultad de Bellas Artes de la UCLM. Hablamos con él, reflexionando sobre la sociedad líquida y el arte como forma de parar el tiempo.
¿Cómo concebiste el proyecto?
Bueno, más que concebirlo, ha sido algo que ha ido surgiendo, a partir de que pedir la sala para hacer la exposición, hace dos meses. Los cuadros los llevo pintando desde que empecé el curso, pero sobre todo los últimos meses, los más intensos.
¿Cómo empezaste a plantear la idea de la energía?
No es algo que haya buscado. Alguien que lo haya leído verá que en mi obra pictórica están reflejadas algunas ideas de Zygmunt Bauman, del que leí Realidad líquida, Vida líquida y Amor líquido. Entendí un poco lo que decía del cambio de paradigma que había, no solo con Internet, sino lo que conlleva Internet.
¿Por qué has elegido soportes tan diferentes?
Porque los primeros cuadros eran más experimentales. Y porque un formato más grande permite más expansión, más libertad de movimientos. Además es más envolvente. Las ventanas son fruto de haberlas encontrado en la calle. Tiene un formato de los cuadros que estoy pintando y me las llevo, las que puedo. Había más, pero no podía más, pesaban mucho. La retroiluminación también. Quería hacer algo con cristal y con luz. Quería que fuese una televisión estropeada, en la que la imagen se ha quedado estática. Una crítica de alguna forma.
Es todo porque este trabajo ha estado muy influido por las pantallas, el formato panorámico. No las obvio en lo que hago.
Explicabas en el folleto es que vivimos en una sociedad líquida, constantemente cambiante y de algún modo esto pretende concentrar la energía en un instante concreto…
El arte de pintar hace que pase un poco eso porque tanto el espectador como el que está pintando tiene un momento de pausa, de reflexión.
¿La liquidez de la sociedad se puede combatir, o se acepta?
Ni una ni la otra. Se tiene que intentar combatir, desde el individuo, pienso, personalmente; pero no es algo que puedas combatir porque no es algo que dependa de ti, por los factores externos. Pero tampoco se puede “aceptar”. Se puede aceptar porque es la realidad. Y es una forma de explicarla que a mí por lo menos me choca. Es como yo me lo imaginaba. Los libros me han hecho ver cosas que yo pensaba, ya explicadas que estaban ahí y yo no las sabía. Esos libros igual con doce años me hubieran espabilado mucho.
¿En un momento de constante movimiento, capturar el momento es un acto de rebeldía?
Sí, de alguna forma sí porque te rebelas contra esa invitación constante al movimiento, a todo el rato algo nuevo. Pero es como el acto de pintar. También pienso en graffitti y claro que sí, pero en la pintura que no invade un espacio público sin permiso es distinto.
Internet Warrior es la única obra figurativa de la exposición. ¿Es un autorretrato?
Más que un autorretrato mío, es un autorretrato de todo espectador que lo vea. Que se vea a él reflejado en un mar de información, en el que el cuerpo se ha perdido y eres consciente casi solo ya de tu cuerpo. Porque eso es un poco lo que pasa en Internet; lo habitas, pero solo mentalmente.