Antonio y Constanza, armónica y piano, encuentro en el Patio de la Limosna

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El Patio de la Limosna del Claustro de la Catedral de Cuenca fue el espacio elegido por Estival Cuenca para iniciar el ciclo de conciertos de abono de esta edición. Este patio, abierto al público hace apenas un lustro, además de las espectaculares vistas sobre la hoz del Huécar se ha musealizado mostrando piezas originales de los restos del hundimiento de la Torre del Giraldo, de la anterior fachada barroca y de elementos constructivos de la actual fachada neogótica.

En este espacio al que Julián Recuenco ha definido como “donde los canónigos de Cuenca ejercían su espíritu caritativo, su caridad cristiana, intentando alejar de sí mismos el demonio de la hipocresía”, fue punto de encuentro entre el alto clero conquense y los más necesitados de la ciudad, entre el palacio y el lodo, Estival Cuenca ha programado por primera vez un concierto. Un escenario que se suma a los ya emblemáticos del Parador de Cuenca y del Museo Paleontológico. 

Y sin saber si fue antes el huevo o la gallina, o sea, si fue antes imaginar el escenario del Patio de la Limosna esperando a Antonio Serrano, o si fue Antonio Serrano el que puso la guinda a esta propuesta. El caso es que todos los elementos narrativos se dieron la mano para convertir la propuesta de Estival Cuenca en un concierto lleno de metáforas y de elementos simbólicos únicos. Desde la misma entrega del premio Solán de Cabras a Antonio Serrano por toda su trayectoria con escultura especial para la ocasión diseñada por Tomas Bux.

El concierto del armonicista Antonio Serrano, una auténtica leyenda de la armónica, ha compartido escenario con genios de la música como Paco de Lucía, Bárbara Hendricks, Plácido Domingo, Wynton Marsalis, Lou Bennet, Toots Thielemans o Vicente Amigo, acompañado al piano de Constanza Lechner. Armónica y piano. El humilde instrumento inventado a principios del XIX para afinar órganos y pianos, convertido en solista. 

La armónica, que cruzó el océano para alojarse en los bolsillos más humildes hasta convertirse en leyenda del blues en las manos de DeFord Bailey, Sonny Terry o Big Walter Horton, vuelve a encontrarse del piano, instrumento noble donde los haya, justo en este lugar donde los canónigos ejercían su caridad cristiana con los más pobres. Moqueta y polvo del camino. Punto de encuentro. 

En otra vuelta de tuerca narrativa, el repertorio interpretado por Serrano y Lechner estuvo íntegramente basado en su último trabajo “Clásicos españoles y argentinos” (Kamala, 2019). La velada arrancó con una adaptación de ‘Recuerdos de la Alhambra’ de Tárrega, evolucionó a Granados y tuvo su primer punto álgido en la interpretación del ‘Zapateado. Op.23’ de Pablo de Sarasate que levantó más de un minuto de aplausos. 

Si el ‘Zapateado’ puso la dosis de virtuosismo, apoyados en el inconmensurable Falla con ‘El Amor Brujo’ y ‘La vida breve’ con arreglos para armónica y piano, Serrano y Lechner pusieron la magia sobre la hoz del Huécar. Momentos absolutamente brillantes de encuentro entre la música popular y la clásica. Palacio y plaza.

Siguiendo el viaje de la armónica en los bolsillos de los emigrados, hasta las zonas campesinas de Argentina de la mano de tres piezas del compositor Carlos Guastavino, música instrumental sobre las que la mente iba hilando las palabras de Alberti ‘Se equivocó la paloma’. Ella se durmió en la orilla. Tú, en la cumbre de una rama. El viaje concluyó en el río de la Plata, con el maestro Piazzolla, música de arrabal transformada en clásica, conservando su aire canalla y noctámbulo. Entre el repertorio la elegante versión de ‘Adiós Nonino’, la belleza sublime de ‘Oblivion’ o la simbólica ‘Libertango’ volvieron a levantar durante varios minutos al público de sus asientos para reclamar el bis. 

Regresaron al escenario Antonio Serrano y Constanza Lechner para interpretar el ‘Vals del Minuto’ de Chopin que también cierra su trabajo discográfico. Regresaron simpáticos y cómplices, explicando el sentido que tiene esta pieza del pianista franco-polaco en este repertorio de clásicos españoles y argentinos. Quizá sin esta pieza de Chopin no existiría el resto. Armónica y Piano. Piano y Armónica. 

El concierto de Antonio Serrano y Constanza Lechner se celebró el sábado día 1 de julio a partir de las 20:30 en el Patio de la Limosna de la Catedral de Cuenca dentro del programa de Estival Cuenca 2023. 

Crónica de José An. Montero. Puedes leer más crónicas de Estival Cuenca en La Circular en  lacircular.es/estivalcuenca

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