Este artículo de José An. Montero se publicó el 12 de mayo de 2019 en Las Noticias de Cuenca.

La actuación de “Réquiem por una marioneta” a cargo de la compañía
Monicreques de Kukas ayer en el Teatro-Auditorio de Cuenca sirvió como
anticipo del Festival Titiricuenca 2019 que se celebrará entre los días 3
y 9 de junio celebrará su vigésimo cuarta edición.
El grupo gallego Monicreques de Kukas, fundado en 1979 por Marcelino
de Santiago e Isabel Rey Pousada, es una de las compañías de marionetas
más antiguas de España y ayer fueron los encargados de anticiparnos lo
que será la próxima edición de este tradicional festival conquense que
en esta edición traerá a nuestra ciudad a importantes compañías de
títeres procedentes de México, El Salvador y Argentina, además de una
amplia representación de lo mejor del títere español del momento.
Monicreques de Kukas nos presentó sobre el escenario del
Teatro-Auditorio una propuesta muy personal acorde con la trayectoria de
este grupo que colabora asiduamente con el Centro Dramático Galego,
IGAEM y Xunta de Galicia o el Festival de la Ópera de A Coruña en
espectáculos de gran formato que tienen a la ópera como hilo argumental.
No en vano, la compañía está en proceso de ver nacer la Casa do
Monicreques en Santiago de Compostela, un espacio donde podrán visitarse
los más de cuarenta montajes que ha llevado a cabo esta compañía.
En “Réquiem por una marioneta” se presentan con un elenco algo más
reducida y menos espectacular de lo que suele ser habitual para esta
compañía que suele acompañar sus espectáculos con acompañamiento musical
en directo y actores que interactúan con las marionetas. En esta
ocasión y salvo contadas ocasiones en las que los intérpretes abandonan
los hilos, el centro de atención es la marioneta en su más pura esencia.
Cuatro personajes principales manejados con hilo, algún secundario de
guante, una maravillosa rata y algunos tomates son los personajes que
dan vida a la ópera Romeo y Julieta en su representación en la Scala de
Milán en 1968.
Con un guión de Roi Vidal, ganador del XII Premio Barriga Verde, más
propio de un teatro de arte y ensayo que de marionetas, el público es al
mismo tiempo público de la representación de la ópera y voyeur
de lo que ocurre tras el escenario en una suerte de metateatro
realizado con marionetas. Es más difícil de explicar que de visualizar,
pues para el público entra rápidamente el juego de delante y detrás del
escenario que aderezados con unos cuantos gags que funcionan hacen que
la hora aproximadamente que dura el espectáculo se convierta en un abrir
y cerrar de telones.
A destacar en la función, la banda sonora que incluye, por supuesto, la escena final de la ópera de Charles Gounod y la Marcha fúnebre para una marioneta, conocida por haber servido de banda sonora de La hora de Alfred Hitchcock. También hay que subrayar el dispositivo escénico móvil y el manejo de la marioneta de estos clásicos del títere que en esta ocasión contaban con la participación, además del propio Kukas, de Isabel García, Miguel Cabaleiro y Borxa Insua, del que hemos podido disfrutar en otras ediciones de Titiricuenca al frente de Títeres Alakrán.
Un gran anticipo para esta edición de Titiricuenca que dejó más que satisfechas a las más de doscientas personas que anoche acudieron al Teatro Auditorio de Cuenca para estrenar una edición que habrá que seguir con atención.