
Hace relativamente poco que la nueva normalidad se ha adueñado del presente, marcado por las restricciones y medidas de seguridad para luchar contra el Covid – 19. Sin embargo, esto no ha impedido que los eventos culturales se detengan, pues la cultura es más que necesaria en estos tiempos de apatía e incertidumbre. Como ejemplo de ello, y a pesar de todo, la Catedral de Cuenca abrió sus puertas a un precio simbólico para celebrar su gran día. Durante el sábado 24 de octubre, los conquenses pudieron disfrutar de una jornada repleta de diversos actos para todas las edades, siguiendo las medidas de seguridad pertinentes. Además, todos los fondos recaudados con la venta de entradas se destinarán a la restauración del Retablo de la Asunción de la Capilla Barreda de Gómez el Viejo y taller del s. XVI.
El Día de la Catedral arrancaba con una interesante conferencia – presentación titulada: “El órgano gótico-renacentista de la capilla de Anaya de la Catedral de Salamanca”, de la mano del artesano Frédéric Desmottes, dueño del taller de organería que lleva su mismo nombre. El objeto de la ponencia fue la presentación de una reproducción del original órgano de Anaya, datado del siglo XV y situado actualmente en la Catedral de Salamanca. Tras quince años de estudio, dedicación y paciencia del experto en órganos del Ministerio de Cultura francés, Eric Brottier, se ha conseguido recuperar el sonido del instrumento en su totalidad. Gracias al trabajo de ambos, al finalizar la conferencia los asistentes tuvieron la oportunidad de escuchar por primera vez en vivo el órgano de Anaya, que permanecerá en el templo hasta el próximo verano.
Por la tarde fue el turno de los más pequeños con el espectáculo “La magia de la Catedral”, celebrado en la imponente Sala Capitular del siglo XVI. El Mago Albert sorprendió a su público con un repertorio de trucos que no dejaron a nadie indiferente. A continuación, los cinco ganadores del sorteo realizado semanas antes en las redes sociales de la catedral fueron los protagonistas del evento “El atardecer de las catedrales”. Los afortunados pudieron deleitarse de unas vistas panorámicas de la ciudad de Cuenca desde las cubiertas de la Capilla de la Virgen del Sagrario, a diferencia de la Torre del Ángel el año pasado, y fotografiar el atardecer.
El broche final en este Día de la Catedral fue el concierto en el órgano de Anaya, ya mencionado anteriormente, a cargo del organista Bruno Forst, interpretando un repertorio ibérico que bien pudo sonar en los inicios del siglo XVI. En la formación de este repertorio, la glosa tuvo un papel esencial y contribuyó a crear, partiendo de obras preexistentes, un estilo innovador y brillante.
Para los que no pudieron asistir al concierto, el ciclo “Música en la Catedral” continúa el próximo sábado 31 de octubre con un cine – concierto en el que se proyectará la película de “La pasión de Juana de Arco”, de 1928, amenizada por el organista Carlos Arturo Guerra Parra.

Fotos: Catedral de Cuenca (@catedralcuenca en Instagram).