
La neoneocueva nos espera aún vacía y silenciosa. Fuera se agrupan los visitantes para hacer una visita guiada y más afuera los grupos de despedidas de solteros y solteras se adentran en las fiestas playeras.
Aquí el silencio. Souad Massi es la melodía personal y el recuerdo de Rachid Taha se suma a todos los que se fueron y nos dejaron sus recuerdos en las paredes o en las músicas.
Jamás los entenderemos del todo y al mismo tiempo nos sentimos identificados. Aquí y allí refugiados del afuera, buscando conectar con algo desconocido pero que notamos presente.
Miedos, esperanzas y tiempo futuro se mezclan en cada trazo. En las fotografías los que un día también fueron jóvenes y arqueólogos encaramados en su aventura. Pasados que fueron presentes y que se quedaron ahí registrados en las paredes, en los calcos, en los cuadernos o en las fotografías. Restos fragmentarios de vidas. Arqueología de respiraciones.