Paseo por la Sala 1 del Museo López Villaseñor

¿Y qué…? (1983-84) Sobre la pila fría yace el cadáver desnudo y solitaria. Abandonada, poblada por telarañas y con el suelo lleno de papeles tirados. Humedades en el suelo y las paredes. Un matamoscas colgado de la pared. Hace demasiado frío para que haya moscas naturales. Bajo sus pies, otra pila fría sin cadáver y un armario con cristales en el que se reflejan el cadáver mucho más alejado de lo que correspondería. En los estantes únicamente un tarro azul verdoso y un pequeño serrucho.
Fuera del cuadro, ya en la sala, dos sillas también vacías vigilan los escalones que ascienden hacia el lienzo. Es posible que tras el óleo existiera una puerta. O quizá aún existe.
Historia de una vida (1983-84). En una de las paredes laterales una pareja de ancianos unen sus manos huesudas mirando al espectador con los ojos húmedos. Parece que las lágrimas del hombre salieran de los ojos y fueran emborronando la propia pintura. La mujer serena lleva un ramillete de hojas verdes en la mano que destacan sobre su traje dorado. Sonríe con tristeza. Tras ella unas hojas secas de cardo. Sobre la mesita un cesto de coser y un jarrón de vidrio transparente poblado de flores de intensos rojos y amarillos marchitos.