El reflejo de Cuenca “a través del espejo”

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Las ciudades crecen y evolucionan a la par que las personas. Son escaparate de momentos históricos, heridas abiertas talladas en sus edificios, cicatrices remendadas en calles y monumentos. Son hogar para algunos y hostilidad para otros. En cada pieza de cada rincón de cada ciudad hay miles de historias contadas y otras miles calladas. Las paredes son fieles testigos de sucesos, que unas veces cuentan y otras veces callan. Pero los protagonistas de las ciudades no son solo sus personas, sino sus edificios. Son los que luchan por resistir al paso del tiempo, los que ven y oyen, los que dan carácter y personalidad a las calles.

Nos sorprenderíamos si miráramos más al cielo y menos al suelo. Nuestra ciudad natal puede ser una auténtica desconocida, a pesar de haberla visto crecer durante años, y todo por no mirar al cielo. Paseando con la cabeza alta podemos descubrir balcones que nunca habíamos visto en la calle donde despuntaron nuestros dientes de leche, podemos ver detalles con un gran significado histórico en edificios que han estado presentes desde nuestra infancia. Hay edificios con miles de cosas que contar que pasan desapercibidos, como las propias personas.

Cuenca ha tenido la suerte de contar con rincones que hablan solos, que unas veces han sido escuchados y otras silenciados. La mayoría de edificios característicos de la parte nueva de la capital tiene un gran componente modernista, que representan esa etapa de cambio y renovación de finales del siglo XIX y principios del XX. Cuenca había sufrido un período grave de despoblación en su parte alta combinada con una crisis económica y social y la llegada de la revolución industrial supuso una resurrección para la ciudad, que poco a poco trasladó su centro a la parte nueva, lo que hoy conocemos como Carretería.

Es precisamente en Carretería y alrededores donde podemos ver detalles como cornisas, molduras, rejas y balcones, que muchas veces son invisibles para los viandantes. Desde la premisa de lo que pudo ser el centro de Cuenca, lo que es y lo que está en nuestra mano que sea, el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha “Demarcación de Cuenca” ha organizado una exposición en el mítico y antiguo Hotel Iberia, titulada “A través del espejo”, que estará disponible desde el 22 de febrero al 3 de marzo. En un edificio de esta envergadura y con una historia como la suya, se expone una muestra de planos, fotografías y una demarcación del centro urbano, donde se ve la evolución arquitectónica.

En esta muestra ha tenido un gran peso la labor del colectivo Cuenca[In], que desde hace unos años, se moviliza para defender las arquitecturas de la ciudad. Con la ayuda de las instituciones han conseguido obtener proyectos de edificios de los años veinte y treinta (cedidos por el Ayuntamiento de Cuenca), emplear la sala de exposiciones del Edificio Iberia (gracias a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha), así como la aportación económica concedida por la Diputación Provincial, y la labor humana de la Universidad de Castilla-La Mancha, gracias a la Facultad de Periodismo de Cuenca, la Escuela de Arquitectura de Toledo y el equipo de Making UCLM.

Nuestro valor arquitectónico muchas veces no es valorado y por ende, no se protege. Hace unos meses conocíamos la decisión de demoler el edificio de José Cobo, del año 1920 y que en la actualidad presenta un gran deterioro. Sin embargo, gracias a la resistencia que puso el colectivo Cuenca[In] y el Colegio Oficial de Arquitectos de C-LM, cuya abogada ha tenido un gran protagonismo en esta labor, la Dirección Provincial de Cultura de la JCCM decidía  paralizar su demolición y proteger el edificio como un Bien de Interés Patrimonial. Este edificio modernista ha visto crecer la zona de Carretería, su destrucción habría supuesto una pérdida de gran valor, tanto artístico como histórico.

Para completar y amenizar este evento, a lo largo de la semana del 25 de febrero al 2 de marzo se van a realizar una serie de tertulias con personalidades de la cultura de Cuenca, con el nombre de “Diálogos en el Iberia”, realizadas por estudiantes de la Facultad de Periodismo de Cuenca y  en la que colaborará “Especies de espacios”. Nuestro botijo ya está preparado en el plató improvisado que se ha instalado en la misma sala de exposiciones del Hotel Iberia, a la espera de ser firmado por las personalidades que nos van a visitar. Nuestros micrófonos están abiertos para escuchar todo lo que nos tienen que contar.

Reconstruir lo deconstruido, rememorar lo olvidado, de eso trata “A través del espejo”, de mirar más allá y obtener ese efecto retorno que decía Foucault. La finalidad de esta iniciativa es formar a la gente, informar del patrimonio que tenemos en Cuenca y concienciar de que, casos como el del edificio de José Cobo no pueden volver a suceder. Toca reconstituirnos a través de lo que vemos en ese espejo, tener en cuenta ese reflejo y poner los ojos sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea, dejar de mirar al suelo y empezar a mirar al cielo.

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