El pasado 5 de febrero de 2019, Santiago Torralba Hernáiz; profesor de fotoperiodismo e imagen digital en la Facultad de Periodismo de la UCLM, impartió una conferencia titulada: “Nosotros, un mundo feliz y 1984. Distopías, información y poder.” El acto se realizó en la RACAL (Real Academia Conquense de las Artes y Letras) a las 20:00 horas.
Entre los temas principales destacan el contenido de las novelas distópicas “Nosotros” de Yevgeni Zamiatin (año 1921) o “1984” de George Orwell (año 1949), obras predecesoras, ya que adelantaban de forma intuitiva, una sociedad actual marcada por la vigilancia y controlada por el Estado.
También, se hizo referencia a grandes empresas como Amazon y Apple (unas de las marcas que más beneficios anuales obtienen en el mundo) y al uso constante de diferentes aplicaciones móviles a las que damos la autorización, mayoritariamente de forma inconsciente, para acceder a nuestros datos móviles.
El acceso a nuestro micrófono, cámara y búsquedas en internet sirve a estas aplicaciones para saber nuestros gustos, ideología política, orientación sexual, localización GPS instantánea…
Así, las aplicaciones y páginas webs, obtienen un elevado conocimiento de nuestras vidas. Esta información puede ser utilizada en nuestra contra para fomentar las compras compulsivas e innecesarias, e incluso, vender nuestros datos a gobiernos o empresas privadas para incrementar sus propios intereses.
Uno de los casos más recientes, según el periódico El Mundo, es la supuesta campaña de manipulación masiva en Facebook, a través de cuentas intervenidas intencionadamente, con el fin de persuadir en la elección de voto de los ciudadanos estadounidenses.
Por último, Santiago Torralba destacó unos curiosos datos; se trata de la comparación de las desorbitadas cifras económicas que obtienen estas grandes empresas en comparación con las minúsculas cifras (si las comparamos con las anteriormente citadas) destinadas a ámbitos tan relevantes como educación o medicina.
Toda esta información nos hace reflexionar y pensar en la siguiente cuestión:
¿Estamos realmente sometidos a una forma de esclavitud y espionaje virtual consentido?
Texto de Lydia García Sáez y Galo García Rubio