Primeras escenas del vídeo, acompañadas todas de guitarra potentísima. Salen muñecos de porcelana, habitaciones abandonadas y de repente, estamos en Prípiat, una de las ciudades de Chernóbil que más impacta del desastre nuclear, y que más pruebas gráficas nos deja. El rock sigue sonando. “Nos hemos tenido que ir a Chernóbil para describir la situación de las eléctricas en España” aparece en medio de la pantalla. A partir de ahí, unos tíos vestidos con chándal y camiseta de la URSS se marcan un tema delante de unos paneles solares en medio del campo, dando sopapos metafóricos a la industria eléctrica española.
Todo esto, que puede sorprender de primeras, es solo una muestra de los vídeos y los chándales que se gasta Monóxido. Los chándales han sido bordados por la madre del líder, Menosuno. Y los hay de diferentes diseños.
Cuando le preguntan por sus vídeos en Prípiet, Menosuno dice que “Chernóbil (…) por el tema estético es la poesía del fracaso”*. Han grabado en países de Europa del Este, se definen como rock rural (entre otros muchos adeptos), son de Valladolid, visten estética soviética. Se ríen de ellos mismos, se cagan en Ros y defienden la integridad de ser inútil, y llevar chándal como un derecho ganado*.
Así pues, que siga la rima.
*Entrevista a Menosuno, en la sección “La banda está borracha” del podcast “Islas Ozores”