Cisneros en el espejo. Exposición en la Catedral de Toledo.

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Imponente la exposición «Cisneros. Arquetipo de virtudes. Espejo de prelados» que se puede visitar en la Catedral de Toledo hasta el próximo 18 de febrero. Breve en el tiempo pero intensa en el espacio pues está ubicada dentro de la propia catedral e integrando en la visita las capillas de los pies de las naves, incluyendo la capilla mozárabe mandada realizar por el propio Cisneros.

Una exposición llena de oropeles y poder. Un recorrido por la multipiles facetas de la compleja vida de Francisco Jiménez de Cisneros. Acaba destacando su faceta religiosa como cardenal, arzobispo de Toledo, primado de España y tercer inquisidor general de Castilla.

Contraponer al lujo de lo expuesto en las vitrinas con la idea de un Cardenal Cisneros austero en lo personal que esconde su pobre hábito franciscano bajo la pompa cardenalicia no es tarea fácil. Una recreación del dormitorio de un fransciscano nos trata de acercar al hombre tras el mito. El gris del franciscano frente al rojo cardenalicio. El rojo frente al azul del creyente. Una batalla interior interminable.

Muchas son las piezas expuestas que merecen una visita a esta exposición, pero si por algo destaca es por poder ver muchos de los documentos que cambiaron la vida de Cisneros y la historia de España. Buletas papales de la cruzada contra los árabes (la Reconquista), nombramiento como Cardenal de Cisneros y, sobre todo, el decreto de expulsión de los judíos, firmado por los Reyes Católicos en 1492 y que se expone por primera vez al público. Da vértigo sentir lo que supuso ese documento para cientos de miles de personas durante los siglos siguientes a su firma.

Una exposición bien trabada y con una riqueza de piezas insuperable. Una Biblia políglota, el pendón de los Mendoza, el catafalco de Carrillo, la arqueta de los restos de fray Hernando de Talavera y para finalizar la impresionante custodia de Enrique de Arfe. Dos metros de oro y plata que aún recorre las calles de Toledo el día el Corpus Christi y que reúne en sí misma lo mejor y lo peor de lo que somos y hemos sido.

Una muestra poliédrica, culta y rica, como era el propio Cardenal. Humanista, inquisidor, cardenal, franciscano, regente y temeroso de Dios. Un Cisneros que por momentos se nos parece un gigante y en otros notamos cómo le faltaba el aire bajo los veinte kilos de la casulla cadernalicia más poderosa de la época.

Será un exposición breve, apenas tres meses y medio, que merece la pena visitar y que además de las propias piezas de la Catedral de Toledo, reúne piezas de primer nivel procentes de Ávila, Madrid, Guadalupe y algunas piezas del Museo Diocesano de Cuenca sobre las que nos detendremos con más detalle.

La exposición «Cisneros. Arquetipo de virtudes. Espejo de prelados» se puede visitar hasta el 18 de febrero de 2018 en la Catedral de Toledo. Entrada conjunta con la visita a la Catedral. Dispone de visitas guiadas.

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