Regreso al espacio de Wild Psychos

Por
(izq. a derecha) Jorge Carretero, Luis Ignacio García y Manuel Iborra / Foto: Lorena Sanz

Han pasado seis años desde que Wild Psychos, el trío compuesto por Jorge Carretero, Luis Ignacio García y Manuel Iborra, fueran otro de esos grupos emergentes en Cuenca. Un grupo que surgió como otros tantos en el Centro Joven de la ciudad y que actuaba de telonero para grupos que entonces tenían gran movimiento en la escena musical de la ciudad, o que acogían a bandas que iban de paso. Desde temas como Morning Green, She’s not there y Space Woman ha pasado mucho tiempo y  otros proyectos musicales, que finalmente han derivado de nuevo en recuperar lo que entonces funcionó, que les lleva ahora a volver a ser Wild Pyschos, con nuevos temas, nueva energía y a actuar en una nueva propuesta como Live Clásicos.

¿Qué ha cambiado de la perspectiva que teníais cuando empezasteis con Wild Psychos hasta ahora?

Manu: Por separado, somos mejores músicos y peores personas (risas), pero sobre todo mejores músicos.

Luis: Han cambiado muchas cosas, pero sobre todo la percepción que teníamos entonces era muy adolescente, creo que el más viejo era yo (sigo siéndolo).

Jorge: También ha cambiado la escena, para mal, porque las bandas han desaparecido.

M: Éramos la banda joven y ahora seguimos siéndolo, y que en cinco años sigamos siendo la banda joven dice mucho de la escena musical.

L: Después de los Pyschos, creo que Carre y yo seguimos haciendo movidas y Manu se centró en sus estudios, hubo un parón…

M: Sigo centrado en mis estudios, pero ahora tengo tiempo para estar en bandas.

L: Y también nos hemos dado cuenta de que lo que teníamos antes valía mucho…

M: Aunque sólo hemos rescatado un tema.

L: Si para algo ha servido esto es para darnos cuenta de que cuando empiezas un proyecto profesional, luego miras atrás y ves los proyectos más atrás en los que tenías una visión más adolescente. La percepción que teníamos de la música diferente, era “vamos a hacer estos tres temas en dos días y vamos a hacer un bolo, y luego vamos a ferias”. Ahora nos damos cuenta que lo que teníamos al principio era muy valioso, porque encontrar músicos en una ciudad en la que apenas hay gente es difícil, a pesar de que todos nos conocemos, pero no todos conectamos igual…Jorge, Manu y yo tenemos una relación que funciona musicalmente y emocionalmente, seguimos siendo amigos, a pesar de que las bandas terminaron. La banda de los Pyschos terminó pero no lo dijimos, ninguno llamó a otro y le dijo “oye, que la banda ha terminado”, simplemente a todos nos quedó claro que eso había sido una época y que había que terminar. Ahora miras atrás con los nuevos ojos que tenemos ahora y ha sido mucho más fácil coger el material que teníamos antes, aprovechar todo el material que teníamos antes, y sobre todo nos ha aportado más criterio.

J: Somos como las cadenas de aminoácidos, somos como un aminoácido.

¿De dónde venís cada uno musicalmente?

M: Tenemos influencias muy diferentes, yo fui estudiante de conservatorio mucho tiempo y luego decidí que lo mío era el blues y la guitarra. Mi amigo Luis tenía otra guitarra e hicimos una banda, luego Luis decidió que cogía la batería e hicimos otra banda, que fue el previo origen a los Wild Psychos, llamada Division. Solo dimos un concierto y no funcionó, en un pub irlandés junto con Bellator y Rock Solí. Ese día conocimos a Jorge y fue el origen de los Wild Pyschos, un grupo que duró un año y medio. Yo decidí que no me quería dedicar a la música, pero me siento muy músico y es algo que no he perdido, he seguido tocando, me he metido mucho en el mundo del jazz y tengo una influencia muy bestia del blues que ellos no tienen, que se nota bastante cuando toco con ellos.

J: Yo empecé a tocar un poquito antes de meterme en los Pyschos, porque tenía una guitarra que nunca usé, me compré un bajo cuando estaba estudiando en Madrid, empecé a dar clases y al poco tiempo de estar dando clases conocí a Luis y a Manu en el concierto que dieron con su banda Division, en la que estaba también Diego Panadero. Manu me dijo que fuera a algún ensayo con ellos, tuvimos un tiempo guay y más tarde Luis y yo empezamos una banda, Cagey Beast, con un montón de músicos de aquí de Cuenca, Pilar Cuadrado, Manuel García…y la banda fue cambiando. Grabamos un EP, se dejó de grabar, se volvió a grabar, nos dejamos de juntar, nos volvimos a juntar y ahora estamos con Panic Relief, que es la evolución de esta banda, con Laura María Palacios, Manuel Urioz Pinos… y bueno, mis influencias son la lista de novedades de Spotify.

L: Yo conocí a Manu en el instituto y empecé a tocar la guitarra porque mi hermano tenía una banda que se llamaba De Júpiter Nena y dije, si esta gente con estos argentinos locos puede hacer una banda, yo también puedo hacer una banda. Ahí conocí también a Javier Corroto, de los Fizzy Soup. Siempre me había flipado el piano y la batería, componía canciones con el piano, y de ahí empecé a tocar la guitarra, porque todo el mundo tocaba la guitarra y mi hermano quería que tocara la guitarra con él, de lo que iba sacando acordes, la rítmica… y en bachillerato fue cuando empecé a escribir canciones, porque estaba cansado y aburrido de hacer versiones, que era lo que todo el mundo estaba haciendo en ese momento en las bandas de aquí, por lo que empecé a hacer un montón de temas propios que sonaban fatal, me tiraba semanas sacando canciones, y ahí empecé a cantar mejor. Empezamos los Pyschos que era una banda más garage, empecé a desarrollar la voz, a dedicarle horas y horas y horas a tocar, y ahí degeneró en toda la música que hemos hecho hasta Panic Relief.

Foto: Lorena Sanz

¿Qué percepción tenéis vosotros de esa “escena” conquense?

L: Antes había más locales, más sitios donde dar bolos.

J: Y también había una comunicación. No digo que las bandas estuviesen comunicadas de manera constante, pero sí que había una cierta existencia de muchas bandas que nos veíamos entre todas y aunque no nos gustásemos particularmente en lo musical, sí que había cierta comunicación y entre muchas comillas compañerismo. Cuando venían bandas de fuera de Cuenca José Luis Palacios de Dirty Blues Band en su momento y de La Dama Oscura nos pasaba conciertos de la gente que venía de fuera por si queríamos telonearlos, sí que había una cierta comunicación que con los años se ha ido diluyendo, porque no han surgido bandas nuevas y las bandas viejas, unas no se han jubilado, pero sí que tocan cosas más fuera de radio…

M: Sí, siempre venía una banda detrás como de gente más joven, adolescente, que iba renovando todo. Nosotros íbamos a ver a Dirty Blues Band y queríamos dar conciertos luego para hacer eso. A día de hoy, desde la última banda más joven que es Madwik no hay otra detrás. Ellos eran los chavales jóvenes hace poco y ahora son de nuestra generación y no ha venido nadie detrás.

L: Es una movida. Nosotros al principio tocábamos en el Centro Joven y allí te dabas cuenta de que había más bandas porque las cosas que ibas a alquilar tú ya las había cogido alguien, chavales de tres años menos que nosotros. Los pubs a los que sigue yendo la gente siguen bandas jóvenes, estoy segura que sigue habiendo gente joven que sigue yendo ahí aunque sea a meter bases de rap y cantar encima, estoy segurísimo, creo que hay muchas bandas que se siguen quedando ahí. De hecho nosotros, de las bandas originales, sobrevivimos Manu y yo únicamente, porque el resto de miembros se fueron.

¿Qué influencias o tipos de música podemos ver en la música que hacéis?

M: Se lo decía a Luis, se nota mucho cuando uno de los temas lo ha hecho uno o cuando los hemos hecho los tres, cuando lo hace uno luego los otros dos completan el tema, en este concierto lo hemos tenido que hacer así con muchos temas, pero luego en algunos temas lo hemos hecho los tres de golpe, además cuando lo hacemos los tres es muy difuso saber quién de los tres ha hecho qué tema, por ejemplo en Space Woman.

¿A qué suena?

M: Lo de Luis es muy melódico, lo de Jorge es más bestia, más oscuro, y escalas de blues y notas que se oyen mías.

L: Blues garajero…

M: La influencia que tenemos los tres en común es mucho música de garaje, de bandas simples de tríos de guitarra, bajo y batería. También hemos tenido que entrar en eso por la forma de nuestra formación, no podíamos buscar influencias operísticas, por el tamaño de nuestro grupo, no podíamos ser Queen. Pero podemos ser un poco los Who, un poco punkis y un poco los Black Keys a la vez, son influencias que surgen de la necesidad.

¿Qué traéis al concierto?

J: Sudor, muchas ganas y mucha violencia.

Wild Pyschos actuará el viernes 11 de junio vía streaming a través de la plataforma virtual Live Clásicos. Las entradas pueden conseguirse a través de la plataforma Entradium, en https://entradium.com/events/wild-psychos.

Texto y entrevista de Inés Villodre

Fotografías de Lorena Sanz

You may also like