«No tener teatrino le permite a un titiritero improvisar». Con este lema del argentino Manuel Mansilla habla de ese títere de medio cuerpo que maneja y que es capaz de crear un espacio de complicidad con el espectador, sin importar su edad. Mansilla procede de los círculos independiente de teatro argentino. Allá hay un movimiento «muy grande, muy fuerte, de teatro independiente que se organiza para sobrevivir y que ha logrado establecer nuevas relaciones con el público y nuevas formas de hacer, sin perder por ello los objetivos mismos del teatro». En Argentina existe una fuerte tradición del títere, que …