Hace apenas seis años, en 2016, ‘La España Vacía’, “vaciada” apostillaron con razón, de Sergio del Molino supuso un giro de guión en la narración de una España interior que descrita con boina, fotos descoloridas, veranos infantiles silvestres, chistes de salvajes y que, para muchos, seguía siendo aquella que Buñuel retrató en las Hurdes, donde “el director cuenta que aquella escuela es como cualquier otra. Los niños aprenden geometría y a distinguir el sujeto del predicado. Y, por supuesto, aprenden moral y religión. Como en cualquier otro lugar. (…) No son salvajes, dice sin decirlo, tan sólo pobres”, escribe Sergio …