Con gran éxito de afluencia, Artieda (Zaragoza) está acogiendo durante este fin de semana la programación del festival pionero en atender la problemática de la despoblación a través de la cultura

Artieda (Jacetania), 18 de septiembre de 2022.- Con un tiempo acorde con las temperaturas promedio de esta época del año y una noche apacible y estrellada, las calles de Artieda, en La Jacetania, se llenaron de actos culturales de calidad y para todos los públicos en la segunda jornada de la veterana muestra de arte ‘Estoesloquehay’, con la temática de edición ‘Orgullo Rural’.
Comenzaban las actividades del sábado 17 con la proyección del documental ‘Red Difusa’, del colectivo ‘El Cubo Verde, Red de Espacios de Arte en el Campo’. La cinta, dirigida por Hadriana Casla, es un ejercicio de introspección compartido, donde más de 40 artistas y gestores culturales comparten su experiencia de operar y vivir en el campo.
Este trabajo forma parte de la investigación ‘Culturarios. Hummus de iniciativas culturales en el campo’, iniciativa desarrollada por la red del ‘Cubo Verde’ y financiada por la Fundación Daniel y Nina Carasso, que tiene como resultados un libro: ‘Geografías Culturales’, donde participaron 8 investigadores y más de 80 proyectos entre los que se encuentra la muestra artística rural Estoesloquehay; y la película colaborativa ‘Red Difusa’ que se proyectó en la tarde del sábado.
Continuaba la programación a las 20:00 horas en el mirador al Pirineo situado en las inmediaciones del Albergue de Artieda, con el espectáculo de danza ‘Alienados’, del Colectivo Algazara, una apuesta por el acercamiento de la danza de raíz a la escena contemporánea.
La compañía explora en este espectáculo los recursos que la danza tradicional de España ofrece como lenguaje para comunicar ideas contemporáneas, formada por egresadas de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León en Valladolid, a pesar de su corta trayectoria y la juventud de sus integrantes, cosechan galardones en este 2022 como a la Compañía Residente en DDC-Danza Daniel Doña y el premio Estancias Coreográficas Yoshua Cienfuegos en el Certamen Coreográfico del Distrito de Tetuán (Madrid).

Sesión musical del sábado: ‘Raíces Futuras’
En la noche del sábado tenía lugar la segunda velada musical de la edición 20 aniversario de ‘Estoesloquehay’, que llevaba por título ‘Raíces Futuras’, haciendo referencia a la mirada hacia lo popular que, con orgullo y en numerosas ocasiones desde la periferia, vienen realizando un importante sector de músicos de nuestro país. Una reinterpretación de la música popular y géneros tradicionales que está llevando a una profunda renovación del género en los últimos años. Como muestra de ello, en este viaje creativo hacia la modernización de la tradición y desde postulados sonoros fieles con el pasado se encontraban las dos formaciones de la velada, con una apuesta evidente por el retorno a lo popular y la cercanía con el público.
Comenzaba la noche la artista Karmento, alter ego de la albaceteña Carmen Toledo, que con excelencia ofreció un aclamado concierto en el que, moviéndose por las aguas de la canción de autor, ponía rumbo a la copla y a la seguidilla, en una noche en la que todo parecía acompañar la especial sensibilidad de la manchega.
A través de historias atemporales, Karmento -acompañada de su banda- transportó al público a un periplo de emociones que con ‘Este devenir’ -segundo álbum de estudio de la manchega y nombre de su gira-, con el que ha embelesado a crítica y prensa especializada con su propuesta a medio camino entre el folclore y el pop. Artista sin duda imprescindible para comprender la actual reescritura de la música popular española.
Continuaban la espectacular noche del sábado los burgaleses Fetén Fetén, el reconocido dúo formado por Jorge Arribas y Diego Galaz, con su espectáculo profundamente conectado a las músicas de raíz. Un recorrido por los ritmos populares de la Península Ibérica a través de un directo vital y enérgico, con el que se disfrutó -escuchando y bailando- de melodías tradicionales y composiciones a ritmo de valses, jotas, pasodobles, charros, ruedas o seguidillas a través de su acordeón y su violín… y desde instrumentos insólitos –como nos tienen acostumbrados- como el serrucho y la silla de camping.
Una combinación perfecta entre festival, programación y localidad acogedora, ya que la pequeña población de Artieda, con apenas 70 habitantes, se ha convertido durante el fin de semana en un escaparate de referencia de algunos de los mejores proyectos artísticos que desde todos los rincones del país vienen reclamando en su discurso una mirada honesta hacia lo rural, para disfrute de vecinos y visitantes.